
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Humble Games en su versión 1.0.008, ya disponible para PC en la plataforma de Steam (versión analizada).
POR: Ivan Sortino
El género del rol es uno de los más variados, el cual, gracias a su base con posibilidades infinitas, permite a los desarrolladores dejar volar su imaginación para traernos experiencias de todo tipo que buscan lograr experiencias inmersivas en aventuras espectaculares. La cantidad de subgéneros también es muy amplia, y hay para todos los gustos y tipos de personas.
Es por eso que ahora, luego de un tiempo en acceso anticipado, nos llega de la mano del estudio desarrollador independiente Curious Panda Games, y gracias al apoyo de Humbles Games, la primera versión de lanzamiento de su segunda obra, The Iron Oath: un título de rol y estrategia por turnos táctico que nos lleva a un mundo medieval de fantasía. Inspirado en los más grandes del género, busca traernos una nueva experiencia tanto brutal como accesible para todos.
Historia
En The Iron Oath nos pondremos al mando de una compañía de mercenarios compuesta por un grupo reducido de guerreros en el peligroso reino de Caelum: no controlamos a un líder como tal, sino que, al grupo entero, ya que nosotros mismos cumpliremos el papel de líder.
Como líder de la compañía, nuestra tarea será reclutar a más mercenarios, mientras gestionamos el estado de cada uno y nos hacemos cargo de las decisiones, a la vez que los controlamos en combate contra monstruos y otros humanos en intensos combates de vida o muerte.
Seguiremos la historia de este grupo a través del reino, luego de que otro grupo los haya traicionado, dejándolos gravemente heridos, pero vivos, y con ansias de venganza. Pero no será tarea fácil, ya que los enemigos se encuentran fuertemente preparados, y el reino de Caelum es un lugar muy peligroso en donde la muerte se puede encontrar a la vuelta de cualquier esquina.
Cada decisión importa, e influirá en cómo se desarrolla la historia e incluso cómo reacciona el reino de Caelum, el cual se encuentra en constante cambio a medida que pasan los días de nuestra aventura.
Es una historia que puede resultar interesante si conectamos con los protagonistas principales, pero que creo que se vuelve muy pesada rápidamente debido a la cantidad excesiva de textos y diálogos en todo momento, incluso durante los combates y entre cada ataque. Es cierto que esto ocurre en mayor medida en la introducción, pero hace que cueste trabajo meternos de lleno en su historia.
Jugabilidad
The Iron Oath es un título de rol y estrategia por turnos tácticos en donde controlamos a un grupo de guerreros que viajan a través de ciudades para cumplir con sus objetivos personales, mientras se enfrentan a criaturas u otros grupos hostiles en peligrosas mazmorras.
Maneja un sistema en donde los combates se realizan mediante los clásicos turnos de toda la vida, en donde se va alternando los turnos para realizar acciones tanto de nuestros guerreros como las de los enemigos, pero adopta un sistema de estrategia táctico en donde los personajes se desplazan a través de la zona de combate en un sistema de hexágonos.
Esto es algo clave, ya que determina siempre como ocurrirán los combates: afectan cosas como la capacidad de cada personaje para desplazarse, y acercarse lo suficiente como para realizar un ataque cuerpo a cuerpo, la capacidad de otros para alejarse del peligro y atacar de forma segura a distancia, la capacidad de realizar ataques que afectan ciertas casillas o hasta pueden empujar a los enemigos para dañarlos con el entorno, o tomar cobertura con los distintos tipos de obstáculos para cubrirnos de los ataques a distancia enemigos.
Por esto, rápidamente nos damos cuenta lo bien cuidadas que se encuentran sus mecánicas de estrategia, pero también las de rol, en donde cada personaje tiene sus atributos, ataques y habilidades únicas que deberemos saber usar para aprovecharlas de la mejor manera posible en cada una de las situaciones distintas, mientras van subiendo de nivel y consiguen mejor equipamiento.
Todas estas mecánicas resultan bastante confusas al principio en donde, luego de un extenso tutorial, nos dejan a nuestra libertad para explorar sus posibilidades y, si seleccionamos una dificultad no tan fácil, fracasaremos a cada rato. Maneja una dificultad brutal, en donde los personajes mueren de forma permanente, y tienen cambios de estado de ánimo y moral.
La dificultad tan elevada que nos castiga duramente, el sistema de exploración de mazmorras y la forma en la que gestionamos a nuestro equipo me recuerda instantáneamente a Darkest Dungeon, uno de los roguelikes de rol más difíciles jamás creados. Afortunadamente, The Iron Oath cuenta con cinco niveles de dificultad distintos, siendo el más fácil muy accesible, para que no tengamos que rompernos la cabeza.
También cuenta con un modo de dificultad personalizable, en donde podemos modificar a nuestro gusto cosas como el dinero inicial, porcentaje de experiencia ganada, velocidad de recuperación de heridas, cantidad, poder y salud de los enemigos, entre otras cosas. Si bien estoy a favor de las dificultades altas y del desafío que quiere ofrecer cada título, en este caso me parece un buen añadido, ya que permite a toda clase de jugadores poder disfrutar aventuras a su ritmo, sin necesidad de tener que afrontar la experiencia más dura.
Gráficos
The Iron Oath opta por un estilo de arte de píxeles muy bien logrado y detallado, el cual aprovecha al máximo para darle ese toque de identidad única que lo diferencia de otros títulos similares. Como amante de este estilo de arte, creo que logra pegar en el clavo, logrando crear un mundo de fantasía basado en la época medieval, pero de fantasía, con sus criaturas únicas y habilidades espectaculares.
Todo se ve de maravilla: a pesar de usar un estilo que parece ser simple, todo se encuentra minuciosamente detallado. Las mazmorras están llenas de huesos, calaveras, velas y todo tipo de detalles, así como también los escenarios de combate al aire libre se sienten vivos y reales. También me encanta como por momentos usa tomas cinemáticas, como al realizar ciertos ataques en momentos clave.
Mi procesador es un AMD Ryzen 5 5600X, con 16 GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica Nvidia GeForce RTX 2060, por lo que no tuve problemas en correrlo a 60 fotogramas por segundo constantes en una resolución de 1920×1080, y sin ningún tipo de bug o error en mi experiencia.
No cuenta con muchas opciones de configuración gráfica, más que poder cambiar la resolución, la cantidad de partículas ambientales, límites de fotogramas por segundos o VSync, y efectos de zoom y tambaleo de pantalla. Es medianamente exigente, pidiendo como requisitos mínimos un procesador Intel Core i5-650 3.20 GHz o un AMD Phenom II X4 965 3.2 GHz, 6 GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica Nvidia GeForce GTX 460 o una AMD Radeon HD 6870.
Banda sonora
Probablemente el apartado en el que más destaca y más me gusta de The Iron Oath es el de su banda sonora: compuesta por Alex Roe, nos trae hasta 50 composiciones distintas que nos acompañan durante toda la aventura con épicas composiciones orquestales, épicas músicas de batalla y canciones que varían por cada ciudad.
Es una banda sonora que cumple de manera excelente con lo que propone, y que creo que es muy difícil, ya que la ambientación medieval de fantasía es una que ya vimos en todos los tipos de medios de entretenimiento y, aun así, logra una buena banda sonora que crea esa ambientación tan icónica mientras no parece una copia de cualquier otra.
Su punto más negativo es que se encuentra completamente en inglés en todos sus textos, y el problema radica en que cuenta con una cantidad casi excesiva de texto, debido a su amplia narrativa. Si no entendemos bien el idioma, no vamos a entender casi nada de la historia y la trama del título, por lo que se perderán muchos detalles, y no solo de lo que ocurre, sino que tampoco entenderemos bien cómo funcionan sus mecánicas, objetos, estados, y estadísticas.
Conclusión
The Iron Oath es un título del cual no tenía demasiado conocimiento, ya que no soy demasiado entusiasta del rol táctico. Aun así, me animé a probarlo gracias a las mecánicas interesantes que propone, su historia compleja en constante desarrollo y su apartado audiovisual tan llamativo.
Afortunadamente, me encontré con un título que destaca por sobre otros gracias a lo bien cuidado que están todos sus apartados, y que ofrece una experiencia pocas veces antes vista. Pero es un título con el cual deberemos tener mucha paciencia y meternos de lleno en el para entender todas sus mecánicas y su historia, ya que demanda mucha concentración y aprendizaje, por lo que puede resultar pesado en sus primeras horas.
Su gran pecado es no contar con traducción al español, que excluye a aquellos ajenos al idioma inglés y nos perderemos de su rica narrativa.
CALIFICACIÓN FINAL: 9/10
Dónde comprarlo
The Iron Oath se encuentra disponible en PC vía Steam por Mex$ 299.00.