
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia versión 1.0.1 facilitada Flynn’s Arcade, título ya disponible en Nintendo Switch (versión analizada) y PC vía Steam.
POR: HUGH BELMONT (goukiyaga+sintesis@gmail.com)
La editora española independiente Flynn’s Arcade se ha destacado por traernos grandes joyas jugables a precios irresistibles, en esta ocasión nos traen Goliath Depot, un juego desarrollado por el estudio canadiense de un solo hombre Vidvad Games, que adopta el estilo clásico jugable popular de los ochentas y principios de los noventas en donde la sencillez va de la mano con la diversión.
Goliath Depot toma inspiración de esos juegos de la época de las maquinitas/chispas/recreativas en donde la capacidad de tener más vidas estaba condicionado a la cantidad de monedas de nuestro bolsillo. Aunque aquí el concepto está replicado de forma virtual.
La historia
El juego nos presenta como un George o Gergette, durante su rondín como supervisor nocturno se percata de un malfuncionamiento que ha comenzado a invadir las computadoras de la empresa Depósito Goliat, sin dilación el objetivo es evitar que escapen del almacén cerrando las puertas y ventanas de todo el lugar.
Asimismo, George tiene la encomienda de reportar al dueño de la compañía lo que está sucediendo para evitar una catástrofe con los clientes. Y así sin mayor profundidad el juego nos lanza en su divertida aventura.
A pesar de su corta duración la historia me ha parecido bastante graciosa y satisfactoria, incluso tiene un pequeño giro para sorprendernos. Realmente me ha encantado la manera tan sencilla y coherente en la que es presentada para mantenernos enganchados hasta su conclusión.
La jugabilidad
Goliath Depot es un plataformero de acción en 2D, desde sus primeros minutos es notable su inspiración en grandes clásicos de la NES como Mappy, Donkey Kong, Wrecking Crew, esto por mencionar algunos.
De inicio el juego nos ofrece una sola dificultad y una segunda que se desbloquea cuando superamos la campaña. Todos los niveles están conformados por una sola pantalla en la que nuestro objetivo es cerrar todas las puertas o ventanas, el portazo creará una onda horizontal de sonido que paralizará temporalmente a las computadoras corruptas, pudiendo patearlas y hacernos de puntos extras.
Una vez que hayamos cerrado todas las puertas o ventanas, la entrada principal se abrirá y podremos salir para seguir al siguiente nivel, en total recorreremos 4 mundos que en total nos sumergen en 40 niveles en donde tendremos que enfrentar evitar la propagación de la amenaza.
La jugabilidad es bastante intuitiva; entre nuestros movimientos está saltar, cerrar puertas y meternos en las puertas, esto último nos permite evitar que nos dañen los enemigos. Es importante mencionar que no podremos tocar a los enemigos (esto no es Mario Bros).
Los obstáculos en cada escenario están muy bien pensados para hacernos actuar con rapidez e inteligencia. Tenemos tres corazones de vida, si morimos deberemos comenzar el mundo desde el primer nivel o invertir monedas que encontraremos en el escenario y que nos servirán como divisa interna para obtener una segunda oportunidad de reanudar la partida de forma instantánea.
Me ha sorprendido que, si no gastamos las monedas podremos gastarlas en comprar nuevas habilidades como el siempre útil doble salto, correr, descender entre plataformas, entre otras, aunque habría sido genial que se pudieran activar todas y no una sola a la vez.
Al final de cada mundo enfrentaremos a un jefe, que nos pondrá a prueba con todo lo aprendido, variando el desafío dándole ese rico sabor de reto a la experiencia que los juegos retro nos lanzaban sin ser injusto y todo dependiendo de la pericia que tengamos en responder al momento.
Rico en contenido posjuego y rejugabilidad
Algo que me ha encantado es que cuenta con modo local cooperativo para un segundo jugador para compartir el reto, así como un segundo nivel de dificultad que eleva la cantidad de enemigos, reduce el tiempo límite para completar el nivel y sin continuaciones para darle un reto mayor al más curtido en el género.
Hay un modo que permite aleatorizar los niveles, monedas y enemigos, lo que le aporta frescura a la campaña al lanzarnos a un reto sin ataduras. Otros de los modos disponibles es el de Velocista (Speedrun) y el nostálgico 1985 en donde jugaremos la campaña de corrido de forma ininterrumpida.
Los gráficos y banda sonora
Goliath Depot tiene una estética retro bastante nostálgica con arte pixelado muy bien cuidado, asimismo, cuenta con filtros CRT para redondear ese estilo clásico de TV de tubo. Cabe mencionar que con las monedas podremos comprar nuevos personajes que sirven como alternativas estéticas a nuestros dos personajes principales.
En la Nintendo Switch tiene un rendimiento bueno, ya sea que juguemos en modo TV o modo portátil a 60fps, aunque en los niveles finales y en específico el último nivel el juego sufre de leves ralentizaciones.
En lo musical cumple cuenta con tonos pegajosos de chiptune que acompañan de maravilla la aventura, en cuanto a los textos nos ofrece traducción al español de España con un tamaño bastante bueno para la lectura.
Conclusión
Goliath Depot es un divertido plataformero 2D que nos lleva a esa época donde el reto y la pericia van de la mano, ideal para aquellos amantes de la época como aquellos que desean una probada de los juegos clásicos.
Cuenta con muy buena rejugabilidad con sus modos adicionales y la belleza de juego cooperativo local con un segundo jugador, su bajo precio lo vuelve un juego imperdible que nos devuelve con creces la inversión con muchas horas de juego.
CALIFICACIÓN FINAL: 9/10
Dónde Comprarlo
Goliath Depot está disponible en formato digital entre los minoristas digitales: para Nintendo Switch por $124.00 pesos mexicanos, 6,99€/$ (euros/dólares). Y para PC vía Steam por Mex$ 88.99.