Por: David Ed Castellanos Terán.
@dect1608
No se ha dicho una sola palabra de manera oficial, pero el zumbido de las fuerzas federales sigue retumbando en la carretera Tampico–Ciudad Valles, donde un operativo de la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional sacó a la luz lo que podría convertirse en uno de los mayores escándalos de huachicol en la zona sur de Tamaulipas.
El cateo ocurrió en un predio propiedad de “Los Rodríguez”, justo frente a una propiedad del Ayuntamiento de Tampico, que encabeza Mónica Zacíl Villarreal Anaya, hermana del gobernador del estado. Es decir, no es cualquier predio ni cualquier zona. La acción militar fue quirúrgica, silenciosa y, hasta hoy, sigue envuelta en un mutismo absoluto por parte de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, la Fiscalía General de la República y las mismas fuerzas federales.
Pero lo que de verdad levanta cejas es lo que hallaron ahí: una pipa doble con logos de Grupo Traxión, empresa líder en logística nacional e internacional, que recientemente adquirió Solistica —antes propiedad de FEMSA— y amplió sus operaciones a Brasil y Colombia.
Traxión, presidida por Aby Lijtszain, aparece de pronto en un contexto de crimen organizado y presuntocombustible robado. Y si esto no fuera ya lo suficientemente escandaloso, fuentes financieras afirman que el emporio logístico mantiene vínculos con Marcelo Ebrard.
Lo que hay que preguntarse ahora es: ¿a qué nivel llegan las complicidades, los silencios, y los intereses detrás del combustible ilegal? ¿Por qué ninguna autoridad ha levantado la voz cuando todo apunta a una red de operación con tentáculos empresariales y políticos?
Tampico, hoy, es epicentro de una tormenta: los nombres están sobre la mesa, las pruebas —aparentemente— también. Pero el Estado, como tantas veces, guarda silencio. Un silencio que, en este caso, tiene olor a gasolina.
En la intimidad… En medio de este ambiente cargado de opacidad y tensión, hay también noticias que reconcilian a Tamaulipas con la esperanza. Mientras unos saquean desde la sombra, otros siembran vida en el agua.
La liberación de 30 mil alevines de lobina en la presa Vicente Guerrero es una muestra de cómo el trabajo institucional puede tener un profundo impacto ecológico, económico y social. Esta acción, encabezada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura, representa mucho más que una siembra: es un acto de compromiso con los ecosistemas, con los pescadores deportivos y con las familias que dependen de esta actividad.
Luis Eduardo García Reyes, vocal ejecutivo de la Comisión de Caza y Pesca Deportiva de Tamaulipas, lo resumió bien: se trata de reforzar la pesca deportiva responsable, pero también de devolverle a la naturaleza lo que se le ha quitado por décadas. Porque sí, cuidar el agua es cuidar la vida.
Esta siembra, respaldada por el gobernador Américo Villarreal Anaya, va más allá del turismo o el deporte. Es parte de una visión de desarrollo sustentable que conecta el respeto ambiental con la economía de quienes, caña en mano, enfrentan la incertidumbre del día a día con esperanza.
Y mientras en el sur de Tamaulipas se habla de redes criminales, en el centro del estado también se construyen redes, pero de convivencia y de arraigo. Porque la lobina no solo regresa al agua; también regresa la fe en que es posible hacer bien las cosas.
Por otro lado, Altamira avanza. Bajo el liderazgo del alcalde Armando Martínez Manríquez, se están ampliando las banquetas de la calle Hidalgo —entre el bulevar Allende y la avenida Monterrey—, como parte del plan de embellecimiento del primer cuadro de la ciudad.
Estas obras no son meramente estéticas. Son una apuesta por una ciudad más humana, más transitable y segura. «Un gobierno humanista piensa primero en las personas«, dijo el alcalde durante un recorrido por la zona. Y no le falta razón.
Invertir en infraestructura peatonal es invertir en la movilidad, en la inclusión y en la calidad de vida. Y en estos tiempos donde parece que todo se incendia, encontrar ciudades que caminan hacia adelante, paso a paso, también reconforta.
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