
*** Difícil resarcir fracturas al interior del partido; se vislumbran prácticas de exclusión y favoritismo
Por: REDACCIÓN.
CIUDAD VICTORIA, TAM.– El coordinador de la bancada panista en el Congreso local, Gerardo Peña Flores, cerró la puerta a cualquier posibilidad de buscar la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional. La razón, dijo, es simple: “No sería correcto para la militancia ni para el trabajo legislativo que me corresponde”.
En pleno proceso de renovación interna, Peña Flores aseguró que la elección en el PAN será “democrática y civilizada”, apelando a la tradición del partido. Respaldó al dirigente nacional Jorge Romero en su compromiso de mantener un proceso limpio, aunque evitó precisar cómo se garantizará la transparencia y la participación de todas las corrientes internas.
Aunque la fecha oficial para la elección no se ha confirmado, se prevé que el relevo llegue en noviembre. Peña reconoció que ya suenan nombres como los de los diputados federales César Verástegui y Jesús Nader, pero subrayó que serán los registros formales los que definan la lista de aspirantes.
El legislador descartó riesgos de fracturas internas y apostó por una contienda de altura: “Estoy seguro de que quienes aspiren lo harán con absoluta civilidad y respeto”. Sin embargo, el ambiente interno del blanquiazul muestra que, más allá de las declaraciones de unidad, hay tensiones que todavía no salen a la luz.
En su discurso, Peña apeló a la historia del PAN como garante de procesos internos democráticos, pero dejó sin respuesta cómo se evitarán prácticas de exclusión o favoritismo que, en otros procesos, han dejado huella en la militancia.
