
*** Esto se deriva de la red de corrupción que prevalece en este Subsistema de Educación Media Superior a nivel nacional
Por: Irineo Pérez Melo
XALAPA, VER.- La corrupción imperante en la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), en la cual son señalados funcionarios de las áreas de Recursos Humanos, Planeación y Operación de este subsistema educativo, ya sentó sus reales en Veracruz al designarse a un nuevo director que no cumple con los requisitos para ocupar esta responsabilidad.
Y es que el pasado 14 de agosto del año en curso, fue designado como nuevo Director General de Educación Tecnológica Industrial en el estado de Veracruz a José Jair Loyo González, quien pese a los malos antecedentes que tiene, no fueron obstáculos para su nominación.
De acuerdo con la información difundida en redes sociales, el ahora titular de la DGETI en el estado de Veracruz fue acusado de un desfalco millonario en su pasada gestión administrativa, lo que le permitió pasar unas “merecidas vacaciones en Dubái y en Egipto”, y para festejarse.
Y es que esta situación, forma parte de lo que se vive en la propia Dirección General de Educación Tecnológica Industrial, en donde un grupo de funcionarios, comandado por Rolando de Jesús López Saldaña, Bertha Ysela Landa Zerecero, Gina Balderas Rodríguez, Samuel Alejandro Colín Ramírez, incurren en conductas delictivas que atentan contra la transparencia, el acceso a la información y la correcta administración pública.
De acuerdo con la denuncia presentada por docentes que participaron en el proceso de promoción vertical a cargos con funciones de dirección y supervisión adscritos a la DGETI, correspondiente al ciclo escolar 2025-2026, expusieron que estos servidores públicos incurren en abuso de funciones y tráfico de influencias.
Esto es, manejan y divulgan información reservada (plazas, horas, movimientos laborales) sin autorización, con el fin de mantener privilegios y control sobre procesos internos en los planteles, además de favorecer a ciertos empleados, alterando la equidad en los procesos administrativos.
De igual manera, utilizan las redes internas y de grupos de comunicación para filtrar información, generar campañas de desprestigio y manipular a empleados de menor antigüedad, afectando el ambiente laboral, así como el abusar de su posición para obtener beneficios personales o para terceros, al controlar discrecionalmente asignaciones de plazas y recursos.
