Por Teo Hernández.
Panuco.- Residentes del sector Santa Elena pertenecientes al poblado El Moralillo, encabezaron una protesta ya que un comerciante de venta de pollos, tira los desperdicios en un basurero clandestino.
Los afectados señalaron que desde hace varios meses tiran desechos en el lugar, y han empezado a incendiar los desechos de aves generando malestar por los malos olores.
Reyna Maldonado, vecina afectada, dijo que los desperdicios de aves en ese lugar, se ha convertido en un foco de infección, el olor es pestilente e insoportable, con la quema de restos de pollos.
Destacó que a un hombre sólo identificado como «el pelón», le comento que su patrón dueño de una pollería, lo manda a tirar los desperdicios, sobre todo las plumas a quien le importa muy poco las quejas de la gente de Santa Elena.
Esta problemática causa molestia a negocios de alimentos y una pastelería cercana al sitio repleto de desperdicios de pollo, ya que la pestilencia y el humo llega hasta los establecimientos y ahuyenta a la clientela.
Los quejosos hacen un llamado a Ecología, para que tome cartas en el asunto, y se proceda con la sanción correspondiente en contra del responsable de este problema de contaminación generado por los desperdicios y que puede convertirse en un riesgo para la salud de los residentes de Santa Elena.
Por Teo Hernández.
Panuco.- Residentes del sector Santa Elena pertenecientes al poblado El Moralillo, encabezaron una protesta ya que un comerciante de venta de pollos, tiran los desperdicios de en un basurero clandestino.
Los afectados señalaron que desde hace varios meses tiran desechos en lugar, ya que han empezado a incendiar los desechos de aves generando malestar por los malos olores.
Reyna Maldonado, vecina afectada, dijo que los desperdicios de aves en ese lugar, se ha convertido en un foco de infección, el olor es pestilente e insoportable, con la quema de restos de pollos.
Destacó que a un hombre sólo identificado como «el pelón», le comento que su patrón dueño de una pollería, lo manda a tirar los desperdicios, sobre todo las plumas a quien le importa muy poco las quejas de la gente de Santa Elena.
Esta problemática causa molestia a negocios de alimentos y una pastelería cercana al sitio repleto de desperdicios de pollo, ya que la pestilencia y el humo llega hasta los establecimientos y ahuyenta a la clientela.
Los quejosos hacen un llamado a Ecología, para que tome cartas en el asunto, y se proceda con la sanción correspondiente en contra del responsable de este problema de contaminación generado por los desperdicios y que puede convertirse en un riesgo para la salud de los residentes de Santa Elena.