
*** Pieza clave en la red de huachicol que operaba esquema de tráfico de hidrocarburos con protección de altos mandos
Por: REDACCIÓN/MUROPOLITICO.
TAMPICO, TAM.- Un juez federal con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, giró órdenes de aprehensión contra ocho integrantes de la empresa Mefra Fletes, entre ellos sus fundadores: Roberto Blanco Cantú, apodado “El señor de los buques”, y José René Tijerina Mendoza.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), la compañía está en el centro de una amplia red de huachicol fiscal, vinculada a los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, vicealmirante y contralmirante de la Secretaría de Marina, respectivamente, quienes habrían operado un esquema de tráfico de hidrocarburos con protección de altos mandos.
Mefra Fletes fue creada en 2015 en Guadalajara, Jalisco, con el argumento de dedicarse al transporte, almacenamiento y distribución de combustible. Sin embargo, las investigaciones de la FGR revelan que la empresa sirvió como fachada para el contrabando de hidrocarburos desde Estados Unidos y el desvío de combustible robado de ductos de Pemex. La red también mantiene vínculos con el Cártel del Golfo y el CJNG.
La causa penal 216/2025 relaciona directamente a Mefra con el aseguramiento de un buque en el puerto de Tampico, operación que destapó la estructura criminal encabezada por los hermanos Farías Laguna. En esa misma carpeta se documenta la posesión ilícita de 1 millón 854 mil litros de gasolina y 580 mil litros de diésel.
Entre los señalados están Brenda Mariena “S”, Anuar “G”, José Isabel “M”, José “R”, además de Blanco Cantú, Tijerina Mendoza, Gustavo de Jesús “G” y Héctor Manuel Portales Ávila. Este último ya fue capturado en Tamaulipas el pasado 23 de agosto, mientras que los demás continúan prófugos.
Los documentos de la SSPC advierten que el grupo cuenta con gran capacidad económica para corromper y presionar a autoridades ministeriales, judiciales, testigos y denunciantes, lo que ha dificultado los procesos en su contra.
Según la orden judicial, la organización perfeccionó un esquema de contrabando marítimo: buques procedentes del extranjero introducían grandes volúmenes de hidrocarburo disfrazados como aditivos para aceites o resinas industriales. En paralelo, también ingresaban armas de fuego, granadas y cartuchos de alto poder, destinados a abastecer a grupos criminales en México.
La FGR sostiene que Mefra Fletes es parte de una red delictiva internacional que combina negocios legales con estructuras criminales, operando con documentación aduanal falsificada y aprovechando rutas marítimas internacionales.
