
*** A la gobernadora zacatecana no le duele Veracruz, porque no es de aquí, destacan habitantes de Naranjos y Ozuluama
Por: José Juan TOMAS.
NARANJOS AMATLAN, VER.- El norte de Veracruz vive un abandono carretero que indigna a sus habitantes. La gobernadora Rocío Nahle García, zacatecana de nacimiento, dejó en el olvido la reparación de la carretera federal 180 Tampico-Tuxpan, pese a haber prometido con bombo y platillo -y hasta con firma de compromiso en la plaza principal de Naranjos- su rehabilitación.
A ocho meses de su toma de protesta, el tramo Ozuluama-Naranjos luce igual o peor que antes: baches de hasta 5 centímetros de profundidad y más de 2 metros de ancho convierten la vía en un verdadero viacrucis para quienes la transitan. Ni un metro de asfalto nuevo, ni una sola rehabilitación visible; la promesa de campaña quedó como otras tantas: en el aire.
Este tramo no es cualquier camino: es la conexión vital entre el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz, paso obligado para el comercio, transporte de carga y pasaje foráneo, además de miles de vehículos particulares que a diario circulan por la 180. El deterioro ya cobra facturas: suspensiones, rótulas, llantas y rines destrozados.
“Es necesario que la gobernadora cumpla lo que dijo. Estamos cansados de mentiras; por años hemos pedido carreteras dignas y seguimos igual. Yo voy diario a Tampico a vender quesos y en cinco ocasiones he tenido daños en mi camioneta”, denunció Hipólito Sánchez Rivera, vecino de Horconcitos.
Lugareños de Naranjos y Ozuluama acusan que la indiferencia de la mandataria tiene un trasfondo: “No le duele Veracruz, porque no es de aquí”. Y es que la gobernadora, originaria de Zacatecas, parece haberle dado la espalda a una región que ya no quiere discursos, sino asfalto.
