*** Ponen un “Elliot Ness” en el OIC de la FGR
Por Víctor Hugo Arteaga.
La podredumbre dentro del Órgano Interno de Control (OIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) llegó al más alto nivel, destapando un caso de película, donde una banda de rufianes con charolas de la dependencia, llegaron al extremo de reemplazar una millonaria incautación de cocaína y poner leche en polvo para quemarla y aparentar cumplir con los protocolos de ley.
Casi 900 kilos de cocaína desaparecidos como por arte de magia sin que se sepa a ciencia cierta dónde quedaron y contratos irregulares, fueron las causas principales por las que el anterior titular del OIC, Arturo Serrano Meneses, fue “renunciado” y tendrá que rendir cuentas a las autorizaciones ministeriales.
En lo que es un caso de película la FGR trabaja horas extras en el armado de las carpetas de investigación que involucra por lo menos a otros nueve miembros del equipo anterior en el OIC.
Después de descubrirse los bochornosos hechos, en lo que debía ser la Unidad que garantizara la buena y correcta operación de la FGR, la cosa no estaba nada sencilla para buscar un encargado que estuviera a la altura del cargo y, sobre todo, de la circunstancia.
Apenas el 23 de septiembre la Cámara de Diputados tomó protesta a Óscar Daniel Del Río Serrano como el nuevo titular de ese puesto y por primera vez en muchos años me hizo pensar de verdad que no todo está perdido con la 4T en temas de la lucha contra la corrupción.
Me ha tocado documentar cómo muchos miembros de este movimiento sólo han llegado a colaborar a los gobiernos de Morena para robar con singular alegría.
Así que cuando se dio la designación de Óscar Del Río, para quienes le conocemos, nos hizo pensar sin lugar a duda en aquella serie del siglo pasado de Los Intocables, comandados por su líder Elliot Ness.
El agente federal Elliot Ness organizó en la vida real en la época de la prohibición en los Estados Unidos a un grupo especial para enfrentar a Al Capone, el rey del crimen organizado de Chicago.
Bueno, la ficción de aquel caso no es menor a la que le tocará al nuevo titular del OIC en la FGR a casi 100 años de aquel caso.
Conozco a Óscar del Río y para quienes no lo conocen puedo afirmar con conocimiento de causa, que sin ser como el Mesías de Macuspana (AMLO), éste sí es un hombre honesto, íntegro, y creyente del trabajo honesto.
Cuando el impresentable y mega corrupto gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez metió a su padre José Manuel del Río Virgen a prisión acusado de un asesinato que no cometió, ayudado por todo el aparato legal de la Fiscalía General de ese Estado, Óscar dejó todo lo que estaba haciendo para encabezar la defensa legal del que, hasta antes de eso, era el secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado de la República.
El amor de hijo a su padre lo llevó a trabajar de manera incansable durante seis meses, hasta que con armas irrefutables, la mafia del poder veracruzano tuvo que ceder y ver cómo el joven hijo de Del Río Virgen, hizo lo impensable y pudo sacar en un tiempo récord a su padre de prisión, demostrando así su capacidad como abogado, pero también como negociador en las más altas esferas del poder político de los morenistas, ya que su padre siempre ha sido identificado como un activo de Movimiento Ciudadano.
José Manuel del Río Virgen debió ser, después de ser liberado de prisión, el candidato de MC a la gubernatura de Veracruz y sin duda le hubiera ganado a Rocío Nahle en la contienda.
Pero como diría La Nana Goya: esa es oooootra historia.
Lo importante hoy es que Óscar Del Río llega a un OIC lleno de complicidades para delinquir en todas sus áreas. Podríamos decir que no hay área más podrida que el OIC de la FGR.
La llegada de este “Elliot Ness” mexicano sí genera certeza de que al menos se intenta cambiar el estado de las cosas en el combate a la corrupción que existe en la FGR.
Ha desarrollado su carrera buscando atender las necesidades sociales de grupos vulnerables durante veinte años de su vida.
Otra de sus destacadas participaciones fue como Comisionado de la Junta Directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Pero antes que todos los reconocimientos a sus tareas profesionales me tocó convivir con él en su misión más importante de su vida, y de paso la mía también: siendo padres de alumnos del Colegio Williams.
Ahí, de primera mano, me ha tocado ver que antes que un funcionario público de primer nivel, Óscar del Río es una buena persona, honesta, trabajadora e incorruptible.
Como padres nos tocó trabajar juntos en temas delicados, muy delicados, y ahí, sin ser amigos y mucho menos cercanos, me tocó observarlo y darme cuenta de sus valores familiares y personales.
Así que su llegada para poner orden en el OIC de la FGR me garantiza, si Óscar se conduce como sé que lo hace en su día a día, un hombre recto e íntegro, que muy pronto habrá orden en esa estructura y con el apoyo, que sé que tiene de altos, muy altos personajes de la política mexicano que desean sinceramente una Fiscalía General honorable y recta, y se podrá combatir la corrupción realmente como lo desea la Presidente de México.
Si en el pasado y en el presente he cuestionado la forma de conducirse de Rubén Rocha Moya y su banda de delincuentes en Sinaloa, de Américo Villarreal en Tamaulipas, de la familia de López Obrador, y muchos funcionarios de primera línea, hoy también debo reconocer que al menos en el OIC de la FGR, con un hombre al frente de este tipo, las cosas podrán cambiar sin duda.
Así que por hoy, enhorabuena a quienes tomaron la decisión de realmente poner a un funcionario ejemplar, que no la tiene nada fácil al enfrentar la mafia interna que opera ahí.
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