
*** Olga Sosa mancha a los Grossman…
Por: Edy Pintor.
La senadora Olga Sosa, siempre envuelta en polémicas y con un historial marcado por vínculos con la política delincuencial, ahora ha cruzado una línea aún más delicada. Su nombre aparece ligado a la familia Grossman, herederos del otrora poderoso Grupo Continental, en una jugada que mezcla intereses políticos, personales y presuntamente también delincuenciales.
El problema no es menor: se habla de un intento de “blanquear” recursos de dudosa procedencia, que presuntamente habrían llegado a través del desaparecido operador Sergio Carmona, conocido por financiar campañas y lubricar engranajes de poder con dinero manchado. Con ello, lo que está en juego no es solo la reputación de Olga Sosa, sino el honor del legado de don Burton, de Bruce, Cinthia y Brandon Grossman.
La pregunta es inevitable: ¿van a permitir que su apellido, símbolo empresarial de Tampico y de la comunidad judía en México, sea arrastrado al lodazal de la política criminal? ¿O van a fijar una postura clara y firme frente a esta maniobra que amenaza con mancillar décadas de construcción empresarial y social.
Porque lo que está en riesgo no es un simple escándalo político, sino la memoria de un legado. Y la historia, tarde o temprano, siempre pasa factura.
Que a la familia Grossman le sea leve…
