
*** El cierre del Gobierno y la magistral jugada de Trump
Por: Edy Pintor.
Se pensó, en un primer momento, que el cierre del Gobierno estadounidense -impulsado como medida de presión política- sería un golpe para Donald Trump y una victoria para los demócratas. Sin embargo, la realidad se mostró distinta.
Cuando se decreta un “shutdown”, es el presidente quien concentra la facultad de decidir qué programas, proyectos, contratos y dependencias permanecen activos, y cuáles se suspenden para afrontar la crisis presupuestal. Esto significa que Trump, lejos de verse debilitado, tuvo en sus manos la capacidad de ajustar la maquinaria gubernamental a su conveniencia, cerrando áreas que no le resultaban útiles y manteniendo el control sobre otras.
Lo más importante ocurre después: al reabrirse el Gobierno, aquellos programas que fueron cancelados no pueden simplemente restituirse por decreto. Necesitan pasar de nuevo por el Congreso, ser presentados, discutidos y votados. Y ahí radica la ventaja política de Trump, pues los demócratas no cuentan con la mayoría suficiente para reinstalarlos de manera automática.
Más claro: el cierre del Gobierno, que pretendía ser un instrumento de presión contra el presidente, terminó reforzando su margen de maniobra y debilitando la estrategia de la oposición.
Que les sea leve…
