
*** Autoridades del CREDE y de la SET protegen a la directora de la secundaria No. 2 “Joaquín Contreras Cantú”, Leticia Miranda Balleza.
Por José Juan TOMÁS.
ALTAMIRA, TAM.- Los elementos de la Guardia Estatal deben ser más consistentes en la vigilancia de la ciudadanía y dejar de proteger a directores corruptos, como ha ocurrido recientemente en la secundaria General No. 2 “Joaquín Contreras Cantú”, ubicada en el fraccionamiento Los Prados de Altamira.
Lo anterior lo dieron a conocer padres de familia de dicho plantel, quienes han denunciado que agentes de la Guardia Estatal han estado intimidándolos mientras se manifestaban en contra de la Sociedad de Padres de Familia y la directora de la escuela, Leticia Miranda Balleza, a quien exigen transparencia y rendición de cuentas.
El conflicto lleva al menos un mes, durante el cual los padres de familia se han manifestado a las afueras de la escuela debido a la aparente indiferencia del titular del Centro Regional de Desarrollo Educativo (CREDE), Jorge Luis Cisneros Martínez, quien ha mostrado desinterés ante esta situación.
De hecho, los padres de familia fueron plantados por Cisneros Martínez en una reunión programada para este pasado viernes, a la que no se presentó.
El abogado de los padres de familia, Freddy Antonio Torres Mar, lamentó el uso de los elementos de la Guardia Estatal para intentar intimidar a los manifestantes y disuadirlos de continuar con sus protestas.
“Es lamentable que se utilice a los elementos de la Guardia Estatal para intimidar a los padres de familia que ejercen su derecho a manifestarse. En la colonia hay demasiados robos, y cuando los ciudadanos llaman a la Guardia Estatal, simplemente no acuden o tardan en llegar; sin embargo, cuando las autoridades educativas los llaman, llegan en cuestión de minutos”, expresó Torres Mar.
Freddy Torres Mar, quien preside la asociación Gestores Productivos Comunitarios A.C. y representa legalmente a los padres de familia, exige una auditoría a la secundaria mencionada.
Los padres afirman que, en los ocho años que Leticia Miranda Balleza lleva como directora, la escuela ha caído en un estado grave de deterioro y precariedad.