
*** Los cuatro bultos
Por: José Ángel Solorio Martínez.
Cuatro senadores de la república, tiene Tamaulipas en el Poder legislativo de Tamaulipas: dos de MORENA -Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal- una del Partido Verde -Maky Ortiz- y una del PAN, Imelda Sanmiguel. Se diría que, por la cantidad, los tamaulipecos estamos más que bien representados en esa soberanía.
Resulta que no.
De los cuatro, no se hace uno.
Ha sobresalido por su actitud -lambiscona, genuflexa, obsequiosa- la senadora Sosa. Su aporte más significativo en el trabajo parlamentario fue llevar a la Constitución el cuestionable cambio de presidente, a presidenta “con a” dice ella.
¡A la Constitución!
Como si ese cambio lingüístico mereciera estar para siempre en nuestra máxima ley; y ese cambio literal, hiciera valer más al Poder ejecutivo.
Una cosa es que la titular del Poder ejecutivo, Claudia Sheinbaum, enfatice los de presidenta para denotar el empoderamiento femenil, otra es que oportunistamente Olga lo utilice -según ella- para llevar agua a su molino.
JR está peor.
El muchacho, no ha subido a tribuna a decir algo relevante. Sólo se le conoce la voz, cuando es el pase de lista y cuando pide golosinas a las edecanes. A los tamaulipecos, les informa lo que hicieron sus compañeros de partido, como si fuera partícipe de esos esfuerzos. Eso sí: no pierde la oportunidad de tomarse fotos con Sheinbaum en los eventos públicos, para presumir una cercanía de la cual carece.
De hecho, esa política fotográfica es la constante en los cuatro legisladores tamaulipecos.
No se esfuerzan por lograr la simpatía de la presidenta, con un trabajo sobresaliente en el parlamento; no, su frivolidad no les da para más: una foto haciéndole la barba a doña Claudia, son sus mayores alcances.
Maky es probablemente, la senadora con mayor experiencia política de todos los paisanos. Con ésta, es la segunda ocasión que tiene ese cargo. Es la turista que más presencia, ha hecho en el senado. Se dice experta en salud -fue hasta subsecretaria con el presidente, Fox-, jamás ha salido de su voz una crítica contra el cartel de las medicinas que sigue saqueando al país.
Si estos sujetos quienes se dicen progresistas han permanecido mudos, qué podemos esperar de la senadora panista, Imelda.
Efectivamente: nada.
Y eso justamente, es lo que ha coadyuvado al progreso de la nación.
Como su patrón Francisco García Cabeza de Vaca, está esperando que una concertasesión, la lleve a mejores sitios que el senado.
¿Cuándo terminará ese desfile de bultos?
