
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia versión 1.0.0 facilitada Nintendo Latinoamérica, título ya disponible en exclusiva para Nintendo Switch (versión analizada).
POR: HUGH BELMONT (goukiyaga+sintesis@gmail.com)
Paper Mario: The Thousand-Year Door o La Puerta Milenaria como ahora lo conocemos, fue uno de los mejores juegos de la Nintendo GameCube que merece ser jugado en la actualidad con todas las bondades gráficas de la actualidad, afortunadamente los de Kioto lo saben muy bien y aprovechando esa ola de juegos reimaginados nos llega la versión que actualiza el clásico de culto.
La saga de Paper Mario ha vivido sus altas y bajas por sus distintas entregas que cambian la jugabilidad para evitar ser repetitivos uno del otro, sin embargo, los primeros títulos del fontanero italiano en este formato al día de hoy tienen mucha vida, siendo considerados por los puristas (me incluyo) como el mejor juego junto con el Paper Mario de la N64. Veamos si este reimaginado juego está a la altura del clásico.
La historia
La Puerta Milenaria nos presenta a Mario que ha recibido una carta en la que la Princesa Peach le pide que se encuentren en la peligrosa Villa Viciosa, junto con la carta está un mapa del tesoro misterioso. Ya en la ciudad Mario descubre que ha desaparecido y al parecer ha sido raptada, una estudiosa Goomba llamada Goomarina se une a la empresa de Mario.
Mario y Goomarina descubren que el mapa del tesoro está relacionado con unos cristales estelares y una Puerta Milenaria que los mismos captores de la Princesa Peach buscan, siendo necesario que nuestro plomero italiano reúna los cristales antes que suceda una catástrofe.
Sé que la narrativa ya tiene 20 años, por lo que muchos ya la conocen al derecho y al revés, pero para aquellos ajenos a Paper Mario, les puedo decir que la historia es presentada como si fuera una obra de teatro con ese humor irreverente y absurdo iniciado en el clásico Super Mario RPG, con sus inesperados giros de trama que mantienen de maravilla nuestro interés en la aventura.
A momentos el rumbo de la historia nos lleva a seguir los pasos de la Princesa Peach y Bowser para expandir la intriga y haciendo burla de los típicos roles que suelen interpretar como personajes secundarios.
Con alegría puedo decir que el juego mantiene su narrativa tal cual como fue presentada en su versión para la Nintendo GameCube. Con un rico reparto de personajes, todos y cada uno de ellos con sus motivaciones muy bien escritas para mantenernos entretenidos, incluso Luigi tiene sus pequeños momentos, a pesar de no tener participación en la aventura.
La jugabilidad
En lo que más se destaca Paper Mario: The Thousand-Year Door es en su estilo de combate de rol por turnos, en donde Mario y sus compañeros al tocar los enemigos son llevados a un teatro en donde el combate se desarrolla.
Cada ataque requiere una mecánica dinámica basada en un movimiento oportuno para fortalecer los ataques o defensas. Verbigracia: al realizar el ataque de salto de Mario, presionamos el botón A justo antes de golpear al enemigo y realizaremos un salto extra de daño. Mientras que, en la defensa lo haremos antes de recibir el golpe para reducir, librarnos o devolver el daño si logra una súper defensa exitosa.
Con la subida de nivel podremos elegir en subir la vida, los puntos mágicos o de medallas equipables. Estas últimas, nos otorgan habilidades extras como mayor fuerza en el martillo, saltos adicionales, otros nos otorgan mejores estadísticas.
Lo bonito de su sistema es que tenemos amplia libertad para ajustar o experimentar el estilo de juego a nuestro gusto. El público se vuelve parte importante, ya que cada ataque que realicemos hay que realizar movimientos de estilo que emocionará a la audiencia y nos darán puntos de estrella para utilizar los poderes estelares.
Ocasionalmente entre el público habrá esbirros de Bowser que nos arrojarán basura o rocas, por lo que debemos reaccionar con el botón X y expulsarlos de la audiencia. Otros lanzarán ítems útiles como hongos; ya sea a tu grupo o al grupo enemigo, así que hay igualdad de condiciones.
Nuestros compañeros tienen sus fortalezas y debilidades que debemos considerar en cada combate. Primeramente, Goomarina al ser una estudiosa nos ofrecerá información útil de cada sitio que visitemos y de los enemigos. Koops es una tortuga tímida que tiene una buena defensa y alcanzar ítems a distancia o activar interruptores, un adorable Yoshi se une al grupo que nos permite movernos con rapidez y mayor fuerza de ataque en combate, esto por mencionar algunos que realmente podremos aprovechar en combate y en la exploración.
Las batallas contra jefes son de lo más satisfactorias, ya que constantemente nos obliga a pensar en una estrategia utilizando a todos nuestros compañeros y atacar sin reservas, ya que de lo contrario seremos arrasados con rapidez.
La exploración incentiva la curiosidad
Ningún Mario Bros está completo sin plataformeo, en principio estamos ante un juego de perspectiva 2.5D, los escenarios están cuidadosamente diseñados para jugar con nuestra visión y aplicar una Ilusión óptica en donde habrá sitios ocultos con un fragmento de estrella o algún ítem sorpresa.
Eventualmente Mario obtendrá habilidades que le permitan aprovechar el bello mundo de papel. Con las bondades de la papiroflexia para transformarse en un avión, convertirse en un barquito, entre otros para acceder a zonas ocultas y lejanas en el escenario, con esa sensación de Metroidvania que nos motiva a revisitar escenarios pasados.
Algo que no me ha gustado es que, tal como sucedía en el juego original, hay muchos momentos de revisitar escenarios que nos llevan a un bucle de juego que nos llevar a un ir y venir innecesario para completar las misiones, si bien, tenemos puntos de viaje rápido y atajos, resultan ser insuficientes y bastante alejados al punto de interés, algo que por fortuna no se vuelve odioso, ya que la mayoría da gusto realizarlas por el tono narrativo.
Entre las novedades que ha incorporado Nintendo, es que ahora podemos cambiar de compañeros desde un menú de acceso rápido para agilizar el plataformeo, algo que en el juego original era bastante molesto al hacerse en los menús.
De igual modo se ha mejorado el sistema de pistas, que nos facilitarán la aventura si nos encontramos atorados, Goomarina mientras nos acompañe en cualquier momento nos dará su guía para llegar a nuestro objetivo. Asimismo, hay un Toad que aparece en cada ubicación para refrescarnos y permitirnos practicar los movimientos de pelea.
En Villa Viciosa contamos con un nuevo sistema de tuberías más práctico en un solo cuarto para viajar a locaciones de capítulos anteriores sin tener que recorrer nuevamente todos los escenarios que tenían una restricción al obligarnos usar habilidades específicas para acceder a las tuberías.
Algo que no me explico a pesar de las mejoras en su calidad de vida es que el juego no cuenta con salvado automático, siendo necesario tener que estar yendo a guardar la partida en los cubos de guardado manual, entiendo que se busca la experiencia más pura, pero se pudo haber ofrecido la posibilidad de tener guardado automático, ya que el juego no cuenta con opciones de dificultad.
Los gráficos
Paper Mario: The Thousand-Year Door realmente ha recibido un segundo aire de vida, se nota que las texturas han sido retrabajadas y mejoradas a los estándares actuales sin alejarse del concepto de la papiroflexia que hace destacar al juego.
Todos y cada uno de los personajes tienen ese gran encanto y personalidad, mientras que los escenarios sacan provecho de la iluminación para darle ese toque único que los llena de vida y que mejora al juego original, en mi opinión recomiendo jugarlo en la Nintendo Switch OLED ya que las texturas y el follaje lucen espectaculares.
En cuanto a su rendimiento mucho se ha dicho comparándolo a la versión de GameCube, sin embargo, el juego en la Nintendo Switch se juega de maravilla corre a una resolución de 1600x900p a 30 fotogramas por segundo en modo TV, mientras que en modo portátil se ve a 1138x640p, en la práctica corre bastante bien sin problemas en la experiencia, aunque con ocasionales caídas en los fps en momentos puntuales en los combates, sin que sea algo trascendental.
El juego no tiene pantallas de carga y la aventura no se ve interrumpida, aunque al entrar a nuevas áreas hay una pequeña pausa que en general pasa desapercibida.
Banda Sonora
En lo musical ha recibido una completa nueva orquestación que lleva The Thousand-Year Door a un nuevo nivel, cada ubicación le da una variación al tema de batalla que ayuda a disfrutar los combates. Sin embargo, si eres una persona nostálgica, podemos equiparnos una medalla que nos permitirá escuchar la BSO clásica de la versión de GameCube.
Algo que me ha sorprendido es que el juego no cuenta con actuaciones de voz, algo replicado del juego original, en mi opinión al juego le habría venido bien contar con voces para darle ese nivel superlativo a la producción.
Todo es expresado a través de mensajes de texto con los personajes haciendo balbuceos al decir sus diálogos. Lamentablemente no cuenta con opciones de accesibilidad, me habría gustado tener la posibilidad de activar alguna manera el avance automático de textos, porque estaremos presionando el botón A un sinfín de veces para hacer progresar cada diálogo, algo que a la larga se vuelve algo cansado.
En cuanto a los textos y subtítulos nos llega con una excelente localización al español latinoamericano que se activará por defecto por la configuración de la consola. Por fortuna. los textos cuentan con un tamaño óptimo para la lectura.
Conclusión
Este reimaginado Paper Mario: The Thousand-Year Door revalida la fama de su entrega original, mejorándolo en todo aspecto posible y dándole un segundo aire de vida de una manera espectacular elevándolo a ser un éxito atemporal.
Su narrativa tiene un encanto único reforzado por su divertido humor irreverente que a momentos rosa en lo absurdo elegantemente equilibrada. En lo jugable sus mecánicas de RPG por turnos destacan por su brillantez recibiendo sus merecidos pequeños cambios en su calidad de vida que lo mantienen vigente.
En lo visual y lo sonoro es espectacular, además de contar con una portentosa localización de los textos en español. Estamos ante un título indispensable para los veteranos como para los novatos en el género RPG.
CALIFICACIÓN FINAL: 10/10
Dónde Comprarlo
Paper Mario: The Thousand-Year Door está disponible en formato digital en exclusiva para la Nintendo Switch por $1,199.00 pesos mexicanos en la eShop.
Mientras que en formato físico en Amazon México lo encontramos al momento de la redacción en $1,099.00 pesos mexicanos.