
Cecilia Sosa, una joven de 25 años originaria de Reynosa, Tamaulipas, dice ser de las favoritas de Dios, pues fue parte del 5 por ciento de personas que sobreviven a un aneurisma cerebral, de acuerdo con la Brain Aneurysm Foundation.
Este tipo de afección se caracteriza por una debilidad en los vasos sanguíneos del cerebro, por lo que el área vulnerable de la arteria se vuelve más delgada y sobresale, como un globo, debido al flujo sanguíneo y un golpeteo contra la pared de los vasos.
Todo comenzó hace dos semanas, cuando empezó a experimentar un dolor de cabeza extremadamente fuerte y episodios de vómito. Al llegar al hospital, una tomografía reveló una hemorragia interna, lo que llevó a su traslado de emergencia a terapia intensiva.
A pesar de la gravedad de su condición, Cecilia permaneció consciente y comunicativa, algo que sorprendió a los médicos, pues de los sobrevivientes a un aneurisma, la mayoría enfrentan complicaciones graves y discapacidades a largo plazo.
En los días siguientes, Cecilia fue sometida a un cateterismo y logró superar la fase más crítica de su tratamiento. Sin embargo, aún es necesario realizar una segunda intervención quirúrgica debido a la inflamación persistente en su cerebro.
Hasta ahora, su seguro médico ha cubierto los gastos, pero debido a la magnitud de la próxima cirugía y los tratamientos postoperatorios, el seguro ya no podrá responder por completo, por lo que ha organizado una recaudación de fondos que le permitirá cubrir la cirugía pendiente.
“Fui una de las favoritas de Dios y estoy aquí para contarlo, Pido de tu apoyo para que me logren operar y seguir disfrutando de mi vida como hasta ahora lo he hecho”, contó Ceci.
La meta fue fijada en 2 millones de pesos, los cuales serán utilizados para su intervención quirúrgica y su posterior recuperación, terapias y todo lo recomendado para recuperar su salud.