
Por: Roberto GONZÁLEZ BARBA.
Llegué a Tampico en 1960 para trabajar y estudiar porque en mi natal Ciudad Mante no existía Preparatoria.
El Arco Petrolero era límite de la Ciudad.
El Alcalde era el Dr. Rodolfo Gil Zayas y el Gobernador el Dr. Norberto Treviño Zapata.
En esos años el PRI gobernaba a nivel nacional, en los estados y los municipios.
Tampico ha tenido mandos del PRI, el PPS, el PAN y todos los alcaldes aportaron lo mejor de su talento para embellecerla.
Algunos fueron excelentes, buenos, regulares, otros pésimos pero la mayoría honrados.
Los hubo serios y cumplidores, unos peleoneros, pachangueros, adictos al dios Baco, enamorados y las malas lenguas dicen que hasta tuvimos con colores del Arcoiris.
La alcaldesa electa Mónica es Regidora con licencia con Chucho Nader quien ha realizado un estupendo papel.
Los temas a resolver de un alcalde están establecidos en el Código Municipal.
Las grandes obras deben gestionarse ante el gobierno Federal y el Estatal.
Un alcalde debe apoyarse con el diputado federal de su distrito para traer dinero y con el local para el tema de la ley de ingresos municipal.
Los Senadores electos mucho pueden ayudar con trabajo de gestoría.
Como en los viejos tiempos del partido único, nuevamente los astros políticos se alinean de manera celestial y a partir de octubre el País, el Estado y Tampico con el partido Morena.
Mónica Villarreal Anaya tiene ante sí la gran oportunidad de promover el dragado de la Laguna del Chairel para que no volvamos a vivir una crisis hídrica que casi nos deja sin agua.
Los Tampiqueños debemos arropar con todo a Mónica para que logre solucionar las demandas ciudadanas.
Le deseo muchos éxitos a Mónica y a su Cabildo.
Respetuosamente.
CP Roberto González Barba
833-155-91-01