
Una vez por mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le receta a los tamaulipecos una fuerte dosis de elogios sobre la opinión que tiene del gobernador Américo Villarreal Anaya y por lo general, repite los mismos conceptos que se ha formado sobre su persona y termina siempre diciendo que es lo mejor que a Tamaulipas le había pasado.
El pasado miércoles AMLO volvió a repetir esta cantaleta que tiene muy bien aprendida y dijo:
“El doctor Américo es una gente honesta, recta. Siempre lo he dicho, el pueblo de Tamaulipas supo decir: ‘Basta’, y eligió a un gobernador honesto, íntegro, que no se tenía en Tamaulipas en mucho tiempo, en mucho tiempo.
Un gran pueblo, un estado mucho potencial económico, con la frontera, que es una gran oportunidad para el desarrollo económico, comercial con Estados Unidos, muchas ventajas comparativas, pero muy malos gobiernos, muy malos gobernantes.”
Y como no fue suficiente su perorata continúo elogiándolo y expresó:
“Entonces, ahora sí, tienen un buen gobernador y yo espero que las cosas marchen mejor. De todas formas, aunque el procurador dependa del exgobernador, hablando en plata, ya es distinto, ¿eh?, porque el doctor Américo está pendiente.”
Y señaló: “Quizá -el fiscal- no va a darle curso a las denuncias presentadas contra los exfuncionarios -de Cabeza-, pero ya no podrá encubrir actos de prepotencia o corrupción, ya es otra cosa, ya es distinto. Ojalá y se den los cambios, ¿no?”
Lo que observamos es que López Obrador habla de Américo Villarreal de cuando lo conoció, pero ya no sabe cómo actúa siendo gobernador, ni conoce realmente lo que en 10 meses ha hecho en Tamaulipas, en especial, eso de revivir el nepotismo el cual había desaparecido en el estado.
Además, desconoce que Américo gobierna desde Casa de Gobierno y no ha vuelto a recorrer los 43 municipios de Tamaulipas y cuando se sale de gira lo acompañan más de 300 elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional. por lo que la gente del Pueblo, no lo puede ver más que por las redes sociales.
Lo que sucede es que al gobernador Villarreal Anaya no le gusta que los ciudadanos se le acerquen, que le pidan trabajo o que les haga alguna gestión y es tal su lejanía con el Pueblo, que hasta los burócratas estatales la llevaron el pasado lunes en los honores a la bandera.
Nos comentan este evento se organizó en la explanada de la Torre Bicentenario, pero los burócratas que trabajan ahí, tuvieron que mirar desde sus oficinas la ceremonia cívica, porque Américo no autorizó que lo acompañaran.
La justificación que les dieron fue –muy sencilla- no podían abandonar su trabajo por estar presentes en los honores a la bandera, pero dio lo mismo, porque el ruido que generaba este evento no trabajaron y reiniciaron sus labores hasta que terminó.
Dicen que los elogios de AMLO hacia Américo emocionan a la gente, y que el presidente sabiendo esto, cada vez que puede sale con que Américo es lo máximo que a Tamaulipas le sucedió, pero de nada han servido. Los recursos federales para las obras hidráulicas que en el estado se necesitan con urgencia no llegan y sería algo estupendo que los enviara porque eso confirmaría que sus elogios son reales y sinceros.
De otra manera, habremos comprobado que como buen lengua larga y leguleyo que AMLO es, lo único que le sigue dando a Tamaulipas es puro atole con el dedo, pero eso tiene un límite y las elecciones del 2024 serán un excelente momento para que los tamaulipecos se lo demuestren, pero votando en de MORENA por que AMLO lo único que da es puro pico. Así de simple.
De salida. El empresario porteño, Eduardo Manzur Manzur, declaró que el gobierno estatal debe trazar un proyecto hidráulico multianual en la zona sur de Tamaulipas que permita contar con una real certidumbre en el tema de la contención y abasto del vital líquido, y no seguir “pidiendo favores a CNA o Federación para parchar el camalote y sus 17 diques”.
Finalmente, dio a conocer que la industria e iniciativa privada de la zona sur por derechos del uso del agua le paga a la Comisión Nacional del Agua más de 300 millones de pesos anuales, pero desconoce en los utiliza por lo que expresó: “que nos regresen algo de esa cantidad que, año con año, recaudan para hacer realidad los proyectos hidráulicos a largo plazo que son necesarios para nuestra zona”.
Este es un tema que los diputados federales como Erasmo González Robledo deben de revisar porque ese dinero debería volver para apoyar los proyectos hidráulicos que se requieren para mantener en óptimas condiciones el sistema lagunario del sur de Tamaulipas.
Por otra parte, revisar las condiciones en que se encuentran, los basureros tóxicos que hay en Altamira, al parecer están saturados y en cualquier momento podría dañar el manto friático de la zona sur y las playas de Altamira y Ciudad Madero.
Estos dos temas son de crucial importancia para la vida cotidiana de los habitantes de la zona metropolitana del sur de Tamaulipas y si no se revisan a tiempo, es posible que los lamentos del gobierno, de los legisladores y las autoridades de nada servirán cuando esto se haya desbordado. Literal. Aunque eso pronto lo sabremos… y ya lo verán.