
Mientras más se acerca el final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la posibilidad de que MORENA vuelva a repetir el triunfo electoral que le dieron los 30 millones de electores en la pasada elección, se ve muy difícil y complicado de repetir, ya que el mismo AMLO se ha convertido en su mejor adversario o en su peor enemigo.
Y es que cada vez que López Obrador ataca, señala o cuestiona lo que se hizo en el pasado y no se le ha puesto solución, deja en evidencia a su gobierno ya que no presenta lo que ha transformado su gobierno y mucho menos no se ven resultados que beneficien a todos los mexicanos como en seguridad pública.
Lo que sucede es que no lo mismo regalar dinero o hacer obras para ciertos sectores de la población o zonas del país, que haber realizado obras, acciones o programas de beneficio colectivo y que llegarán a todos los rincones de México y no sólo al sur-sureste del país.
Es por esta razón que ahora sus “corcholatas” se la pasan hablando mucho de lo poco que el gobierno de la 4T ha hecho y en su desesperación, aseguran que sólo Lázaro Cárdenas y AMLO han ayudado a los pobres, lo cual es una más de las mentiras que sólo buscan reposicionar a López Obrador para que los lleve al triunfo, pero para su desgracia el tabasqueño ya se va y ya no puede ayudarlos.
De tal manera que, si en MORENA y en Tamaulipas siguen creyendo que AMLO los volverá a llevar a la presidencia de la República y a tener la mayoría en el Congreso de la Unión -Cámara de Senadores y Diputados- esto se ve muy difícil que lo consiga.
Por ello los morenistas aspirantes a una candidatura deben empezar a trabajar, porque si dejan que Andrés Manuel López Obrador siga siendo el coordinador de sus campañas, el porrista y principal promotor de los candidatos morenistas, eso los llevará al fracaso electoral y a su tumba política.
Es decir, si no salen a la calle y le demuestran a la gente la supuesta transformación que AMLO está realizado en el país y en el estado, si no le explican con datos, detalles y cifras de lo que ya se ha cambiado, será inminente su fracaso en el 2024 porque la percepción ciudadana tiene más opiniones negativas que positivas sobre el gobierno federal y MORENA.
Cambio de tema. Dicen los voceros de Américo, el gobernador, que el doctor dijo o dio a entender con voz firme, fuerte y muy varonil: “Aquí mando yo” y no lo dudamos que lo hubiera hecho y así debió de suceder.
Aunque el “Aquí mando yo” es una frase que debe respaldarse con hechos y resultados y estos no se ven por ningún lado, es más todo sigue igual o peor que antes porque los privilegios de la gente en el poder siguen intactos.
Los mismos que defendieron a los gobernantes del neoliberalismo son los mismos que defienden al gobierno de la transformación de Américo y esto es totalmente incoherente.
Sí el doctor Américo Villarreal quisiera hacer un cambio real debe empezar por modificar su manera de cómo informa y maneja sus mensajes, si quisiera cambiar Tamaulipas tiene que ir al distrito 026 y explicarles a los agricultores del norte del estado, porque no lucha por el agua que les corresponde.
“Aquí mando yo” debe demostrarlo con hechos y resultados, no en opiniones pagadas que lo único que hacen es sobarle el ego, volverlo autoritario y lo hacen olvidarse de que el Pueblo es el que manda y no es él… ¿Verdad?
De salida. Nos comentan que Jesús “El Tobi” Lavín está o estuvo enfermo desde hace una semana por mucho estrés que le generó la lucha por tener el control del dinero y de las compras del gobierno estatal.
Que le dieron vacaciones adelantas y al parecer lo mantienen en calma y alejado de lo que sucede en el gobierno, pero se comenta que el súper estrés que le dio fue porque le corrieron a su Jefe de Compras, un mentado Chío quién desde hace 10 meses sabía el destino que iba a tener.
Otra versión indica que su estrés aumentó más de lo normal por su desesperación al tratar de controlar el dinero de la UAT y aseguran que hasta pagó comentarios contra el Rector, pero todo acabó cuando pusieron a Batarse en la dirección administrativa.
Existen otras versiones como esa de que empezaron a crecerle las manos, pero la verdad, no lo creemos, el caso es que esperamos que pronto se recupere y siga en su lucha por tener el control del gasto gubernamental, ya que la campaña presidencial pudiera desviar el presupuesto y descontrolar gastos que debe hacer el gobierno en beneficio de los tamaulipecos.