
Si Américo Villarreal Anaya presume en que en Tamaulipas ahora “somos una sociedad cada vez más colaborativa y participativa”, entonces, debería pedirles a los ciudadanos que evalúen a su gobierno y lo que ha realizado en estos 10 meses que lleva su sexenio.
Y es que la sociedad, El Pueblo en sí, es quien lo hizo ganar la elección que lo llevó al gobierno estatal y son los ciudadanos quiénes deben darle su opinión sobre lo que ha hecho hasta el momento.
En una empresa, donde comúnmente se realizan estos ejercicios, se hacen para conocer la eficiencia y eficacia de sus empleados y los dueños en base a los resultados toman decisiones de los cambios que se tienen que hacer para mejorar.
Sería muy fácil para Américo pedirle a los tamaulipecos que califiquen a su gobierno; a sus colaboradores; los programas que han puesto en marcha y a las obras que han realizado, claro, si es que han hecho algo.
Al gobernador Villarreal Anaya la participación de los tamaulipecos en esta evaluación gubernamental le daría una visión más objetiva y confirmaría que “somos una sociedad cada vez más colaborativa y participativa” gracias a este gobierno humanista y de transformación.
Por ejemplo: sería importante que le preguntaran a los agricultores y ganaderos del distrito de riego 026, sí el primo del gobernador y Raúl “Acuaman” Quiroga los apoyan en sus demandas.
Si han resuelto las peticiones de mejorar el precio de garantía, sí recibirán el agua que al parecer Nuevo León ya no enviará a Tamaulipas, gracias al apoyo que el presidente Andrés Manuel López Obrador le da al gobernador Samuel García.
De igual manera, sería interesante conocer la opinión de los habitantes de la frontera, desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, si perciben el apoyo del gobernador Américo Villarreal en cuanto a la estrategia de seguridad y si ha cumplido con el principio de gobernar cerca de la gente.
Desde luego, sería bueno conocer lo que opinan los victorenses sobre las gestiones que realiza el gobierno de Tamaulipas ante el gobierno federal sobre el proyecto de construcción de la segunda línea del acueducto, necesario para cubrir las necesidades del agua potable porque la perforación de pozos fue un fracaso y el bombardeando nubes igual.
Por supuesto, que en esta evaluación al Pueblo convendría preguntarles a los maestros su opinión sobre los libros de texto gratuito, sí los nuevos programas educativos cumplen con la educación de los alumnos, si las becas llegan a quien tienen que llegar, entre otros aspectos.
El sector salud y en especial el personal de los hospitales es importante que emitan su opinión, sobre la eficiencia que tiene el gobierno estatal para responder a las necesidades que tienen en las clínicas, hospitales y si llegan las todas las medicinas que les recetan a sus pacientes.
Pudieran preguntarles a los proveedores si los nuevos formatos para darse de alta y hacer sus cobros son ágiles y sus pagos se hacen en tiempo y forma, de igual manera deben preguntarles a los estudiantes de la policía si sus alimentos cumplen con una dieta balanceada y están en óptimas condiciones.
En fin, ojalá que esta evaluación se abra a la sociedad para que los tamaulipecos le den al gobernador su opinión sobre el nepotismo que existe, la actuación de sus funcionarios, la opacidad en el gasto y la falta de apoyo que el gobierno de AMLO no le ha dado al estado, porque hasta parece que el presidente sigue creyendo que a los tamaulipecos con “darles atole con el dedo” es más que suficiente. ¿Será?
De salida. El presidente Andrés Manuel López Obrador está desesperado porque necesita más y más dinero para seguir ampliando los programas sociales con los que compra el voto de los mexicanos de tal manera que está convirtiendo al gobierno de la transformación en un gobierno recaudador.
Así que, al bajar la recaudación tributaria, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) decidió aplicarle impuestos a los hechiceros, chamanes, curanderos, vudús y demás trabajadores de energías a quienes ha clasificado en su catálogo de “productos y servicios” de trabajo con la energía.
Sólo se espera que esto no los moleste tanto porque hasta lo pudieran convertir en sapo, chachalaca o pejelagarto, porque de por sí ya parece que esta embrujado, habla, piensa y camina como si fuera un peje zombi de la 4T.