Este análisis ha sido realizado gracias a una copia actualizada a la versión 1.0.2, facilitada por Bandai Namco Latinoamérica, título ya disponible en PlayStation 5 (versión analizada), Nintendo Switch, Xbox Series S/X y PC vía Steam (versión comparada).
POR: HUGH BELMONT (goukiyaga+sintesis@gmail .com)
Katamari Damacy es una alocada franquicia que se originó el pasado 2004, y que muchos finalmente conocimos gracias a su remasterización lanzada el pasado 2018 como Katamari Damacy REROLL y We Love Katamari Reroll en 2023, los cuales lograron un buen recibimiento.
Bandai Namco ha aprovechado ese segundo aire para traernos una nueva entrega inédita bajo el nombre Once Upon a Katamari, con ese mismo concepto en donde iremos rodando una figura recolectando un sin número de objetos de todo tipo hasta crear una enorme bola, todo bajo un divertido humor japonés tan simple como satisfactorio de jugar.
Historia
El juego nos muestra en un muy peculiar estilo irreverente la formación del Gran Cosmos, un día normal mientras hacían limpieza el Rey del Cosmos en un momento de aburrimiento comienza a jugar con misterioso pergamino, causando por error la supresión de todos los planetas y astros de la galaxia.
Por lo que, es labor del joven príncipe viajar por las distintas eras de la Tierra para recolectar información almacenada en la prehistoria, el Japón antiguo, el viejo oeste, entre otros momentos importantes junto con el katamari para restaurar los planetas, estrellas y galaxias que han desaparecido.
Y así de forma absurda, aunque de forma graciosa el juego nos sumerge en su curioso mundo contado de una manera que se asemeja a un cuento de hadas, pero con un toque alocado. Desde luego que la saga jamás ha brillado por tener la narrativa más inteligente y profunda, ahí radica su belleza, en darnos un irreverente objetivo muy lógico bajo sus disparatadas reglas que nos mantendrá enganchados gratamente.
Jugabilidad
Once Upon a Katamari, parte de lo sencillo para ir expandiendo sus elementos jugables. Lo más básico es girar nuestro katamari y hacer que se adhiera todo tipo de objetos, personas, edificios, incluso nubes y más hasta conseguir un tamaño inmenso.

En esta entrega el juego nos ofrece dos estilos de control; el primero los habituales con las palancas, que es el estilo ya acostumbrado. El segundo consiste en unos más sencillos en donde controlamos la rodada con una palanca. En cualquier momento podemos intercalar ambos estilos.
Debo decir que es verdaderamente satisfactorio hacer rodar el katamari, y es algo que desde sus pasadas entregas se viene haciendo bien. Pero, para este título ha habido un mejor refinamiento en sus mecánicas para hacernos la rodada más fácil. Cada nivel nos tomará alrededor de tres a diez minutos completarlo, desde luego que este tiempo varía en función a los retos individuales del escenario.
Algunos de los cambios incluyen la posibilidad de tener una perspectiva de rayos X que nos permita ver a través de cualquier objeto u obstáculo que impida la visibilidad, además de útiles atajos para movernos con mayor velocidad.
Asimismo, hay ítems que nos ayudarán agilizar la tarea como un imán de efecto limitado que atraerá los objetos, un cohete que nos dará mayor rapidez de movimientos, además de un utilísimo radar que nos dará aviso sobre la cercanía de secretos.

Otra de las novedades está en que tendremos un marcador que nos indicará nuestro progreso dentro del nivel. Cabe mencionar que, la mayor fortaleza del juego está en su rejugabilidad. Habiendo variados objetivos como conseguir el katamari más grande con una limitada cantidad de objetos, o adherir un tipo de objetos, inclusive iremos desbloqueando retos que nos obligan a lograr un tamaño determinado con una mínima cantidad de objetos.
También hay tareas que conllevan reunir tres coronas que se encuentran ocultas por el escenario. Debo agregar que los coleccionables son lo que más nutren la aventura, como la posibilidad de encontrarnos a los primos del príncipe, para después utilizarlos como personajes jugables.
Un inesperado modo multijugador para medirnos con otros jugadores
El juego cuenta con un apartado llamado Katamaribol en el que podremos enfrentar a otros jugadores controlados por IA en ver quién consigue el katamari más grande, lo más divertido es que podemos rodar sobre nuestros enemigos para obtener puntuación adicional. Tristemente el juego no cuenta con algún modo local cooperativo.
Hay un modo competitivo con el que podremos jugar en línea o sin conexión contra hasta tres rivales, aunque es necesario contar con la subscripción del servicio correspondiente a la plataforma, en nuestro caso PlayStation Plus. La conexión me ha resultado bastante buena y estable, además no tuve problemas en encontrar rivales.

Gráficos
En su estilo visual me ha encantado por su psicodélico bajo poligonado, realmente el juego no ha dado un salto gráfico radical, ya que es su excentricidad lo que le da personalidad, la representación de las distintas eras por las que iremos viajando son una verdadera locura.
Algo que me ha resultado molesto es que, durante los niveles el rey del cosmos nos hablará, causando la aparición de grandes cuadros de texto que incomodarán nuestra visión al ir rodando el katamari.
Once Upon a Katamari en PlayStation 5 base se ve a una resolución de 2160p a 60 fotogramas por segundo, manteniendo esa fluidez incluso al tener un inmenso katamari. Aunque hay que tener en consideración que el juego no requiere una gran exigencia gráfica. Pero, con mucho encanto con adorables detalles en sus animaciones mientras los enrollamos en nuestro katamari.
Tuvimos la oportunidad de poner a prueba su versión en PC, en una configuración conformada por una Intel i7-11700, una gráfica Nvidia RTX 3060ti, una Unidad de Estado Solido Kingston Renegade Fury Gen4 NVMe de 1TB y 32GB de memoria RAM en doble canal. No nos ofrece opciones gráficas, salvo la posibilidad de activar antialiasing, profundidad de campo y calidad de las sombras. El juego corre a 60 fotogramas por segundo bastante estable en Altos. No detecté fallos, aunque una que otra rotura de pantalla en las cinemáticas.
Banda sonora
En lo musical el juego complementa la experiencia con sus melodías que irradian un dulce ritmo J-pop hasta un funk con un toque cósmico. Realmente sus tonos son pegajosos y se siente un sabor nipón que da gusto oír mientras vamos arrollando todo lo que está en nuestro camino.
El juego no cuenta con actuaciones de voz tal como ha sido en la saga hasta ahora. Salvo las oportunas intervenciones del narrador. En cuanto a sus textos y subtítulos está en español de España, con sus buenos españolismo, sin embargo, son pasables y llega un momento en que no son tan incómodos de ver.
En cuanto accesibilidad, el juego carece de opciones y apoyos visuales para daltonismo. Por fortuna los textos tienen un tamaño excelente y fondos de alto contraste para facilitar la lectura.
Conclusión
Once Upon a Katamari es una divertida y excéntrica entrega que mantiene la genialidad que caracteriza a la franquicia con una jugabilidad simple y más refinada, potenciada con pequeñas novedades como ayudas para facilitarnos el enrollo del Katamari.
Su narrativa es tan absurda con un rey del cosmos que es imposible no quererlo, aunque a momentos sus comentarios dificultan la visibilidad. El juego cuenta con una excelente rejugabilidad con retos que nos incentivan a ponernos a prueba constantemente para superar sus desafíos únicos.
Visualmente es bastante conservador, aunque mantiene esa influencia nipona que hace atractiva cada partida y da una emocionante satisfacción arrollar todo tipo de objetos para hacer crecer nuestro katamari.
CALIFICACIÓN FINAL: 9/10
Dónde Comprarlo
Once Upon A Katamari está disponible en formato digital en Nintendo Switch 1 por $819.00 pesos mexicanos en la eShop. Para PlayStation 5 por $39.99 dólares americanos, para Xbox Series S/X por MXN$819.00 en la Microsoft Store, y para PC vía Steam por Mex$ 659.00
