* La gente ya no quiere más “pleitos” ni mentiras.
Por: Isaac MOLINA ZAPATA
En los últimos 25 años Ciudad Madero ha tenido gobernantes de partidos diferentes, todos ellos juzgados a su manera por la población. Algunos muy criticados, otros menos. Durante ese tiempo no ha habido algún alcalde identificado con la ciudadanía, es decir bonachón, alegre, que sepa escuchar, que salude a todos por igual. Y obviamente que haya hecho un buen trabajo.
Mario Neri tenía la particularidad de ser muy amigable pero solo con quienes conocía y con quienes tenía confianza, en cuanto a su labor como alcalde, se puede decir que estuvo bien a secas. En años anteriores Alfredo Pliego Aldana, un poco más amigable que otros, y sin grandes logros como munícipe. De ahí en fuera, quién le gusta, Sosa Pohl, con todos era seco, frío, cortante, y además derrochaba los recursos de la población. Jaime Turrubiates, tal vez fue el peor de todos los alcaldes en el trato con los líderes de colonia, con los presidentes de consejos vecinales. De hecho el sello de su administración fue precisamente ése, su actitud altanera y déspota, no sólo con los líderes sino con quien se le ponía enfrente. Se llegó a decir en algún momento que fue un buen administrador del dinero del municipio, pero casualmente en su etapa como presidente abrió varias sucursales de Churchs Chicken en la localidad y en otros estados; la verdad fue un presidente para olvidar.
Lo anterior sale a colación porque Madero tiene la oportunidad de poner a un alcalde que se identifique con la gente, que sea “raza” pues; los maderenses están a pocos días con la posibilidad de tener a un alcalde accesible, que los escuche, que busque soluciones a sus problemas, pero sobre todo que trate a cada ciudadano como se merece, que le dé la importancia que tiene cada persona.
Este Primero de Julio, con su voto, tienen en sus manos la decisión de llevar al poder a una persona que tiene bien puestos los pies sobre la tierra, que no se va a “marear” estando en la presidencia municipal, una persona que es conocida por mucha gente, por colegios de profesionistas, y diferentes asociaciones civiles y sociales.
Esto no es producto de la casualidad, Julio César Barrientos Cisneros se ha ganado a pulso un lugar especial en la sociedad no solo de Madero sino de toda la zona sur y otros municipios, debido a que goza de una moral a toda prueba; honestidad sin dudas y su mejor carta: la humildad con la que trata a todos por igual. Nunca se molesta, no se pelea con nadie, sabe escuchar a la gente. Estos son atributos que muy pocos candidatos tienen; sobre todo en Madero, que en los últimos días dos de los fuertes aspirantes a la alcaldía se han visto involucrados en pleitos y acusaciones, en vez de dedicarse a llevar sus propuestas a la ciudadanía.
Esa es la diferencia que hace Julio Barrientos en Ciudad Madero, ya que es una persona tranquila, sencilla, inteligente, honesta, preparada. Y con un plus, es el único candidato en Tamaulipas que tiene un doctorado en la Universidad de Harvard.
Barrientos es además el único candidato que ha dado a conocer más de 100 propuestas de campaña, algo que muy escasamente se ve en una contienda electoral, y más mérito tiene ya que todas son propuestas reales. Si tiene alguna duda puede verificarlo en su página personal de Facebook.
Para finalizar, la pregunta directa y sin sentimentalismos ni compromisos a los maderenses: quieren a un presidente que se ande “peleando” con sus adversarios políticos, o desean un alcalde ecuánime, conciliador, que saque adelante a la urbe petrolera. Quieren a un edil que tire la pedrada y esconda la mano, o a un munícipe honesto, que mira de frente, que no le debe nada a nadie, que no ha quedado mal con nadie, y que no le gustan los problemas; que prefiere el diálogo, que trate con humildad lo mismo a un político encumbrado que a un ciudadano común, ésa es la gran diferencia. Y lo mejor: preparado para ofrecerle a la ciudadanía un buen gobierno.
¿A quién quieren como alcalde los maderenses?…