Por Teo Hernández.
PUEBLO VIEJO.- Prestadores de servicios del paso Casa Blanca de la congregación Anáhuac, refieren que personas conflictivas representan un riesgo a las instalaciones recién modernizadas del paso Casa Blanca, las que pueden ser vandalizadas, se han convertido en un peligro para los usuarios, por lo que solicitan la intervención de las autoridades de Seguridad Pública.
Por lo anterior prestadores de servicios del paso Casa Blanca solicitan más seguridad ya que un grupo de personas que se han dedicado a realizar actividades consideradas como vandálicas y que riñen contra las buenas costumbres y ponen en riesgo la integridad de las personas usuarias del servicio de cruce de lanchas en el paso Casa Blanca y de alguna manera se han convertido en un serio problema.
Ante está situación integrantes de la Unión de Boteros al Servicio del Pueblo Tampico-Anáhuac S.A. quienes solicitaron la intervención del alcalde Fernando Cervantes Cruz, para que envíe a elementos de Seguridad Pública a este lugar, sobre todo en horas de la noche que es cuando arriban estas personas.
En el documento que la Unión de Boteros envío al alcalde de Pueblo Viejo, señalan a una persona de nombre Rolando Casares Cardona, quien junto a familiares y amigos se ha convertido en un verdadero problema para los prestadores de servicios y ciudadanía en general.
El oficio firmado por Natividad Esquivel del Ángel, presidente de la unión y representante legal de la misma, señala que desde el pasado día 9 de octubre, estas personas encabezadas por Rolando Cázares, llegan por las noches, aproximadamente a las 20:30 horas y prácticamente se apoderan del muelle donde atracan las embarcaciones, obstaculizando la operación de los boteros y obstruyendo el paso de los usuarios.
Prácticamente se convierten en obstáculos para los usuarios al momento del ascenso y descenso de las embarcaciones, poniendo el riesgo la integridad de los mismos, pues al realizar labores de pesca llenan de agua y lodo el atracadero elevando el riesgo de un accidente.
Los boteros refieren que al intentar dialogar con estas personas para hacerles ver el problema que provocan, además que ese embarcadero no es para efectuar labores de pesca, se tornan agresivos, responden con palabras altisonantes, sin importarles nada y para evitar confrontaciones los boteros decidieron solicitar la intervención de las autoridades.