Este análisis ha sido realizado gracias a una copia versión 1.0 facilitada por Majesco Entertainment, título ya disponible en PC y Nintendo Switch (versión analizada).
El juego que hoy analizo fue lanzado originalmente en el 2012, Double Dragon: Neon sirve como una especie de reinicio a la serie de Double Dragon. El título fue desarrollado por WayForward y publicado por Majesco Entertainment.
Aquí seguimos las desventuras de los revoltosos gemelos artistas marciales Billy y Jimmy Lee en sus recorridos de locación en locación mientras en cada una de estas reparten madrazos entre interminables oleadas de enemigos súper vitaminados.
Permítanme iniciar comentando que me inicié en los beat’em up con la saga de Final Fight y Double Dragon de las legendarias maquinitas de niño, cuando la vida era más sencilla, así que espero que mi análisis sea de su agrado.
Historia
Básicamente, Double Dragon: Neon es una versión trasladada a la híbrida de Nintendo. La narrativa es relativamente muy ochentera. Una bella chica que es el interés amoroso de nuestro protagonista; Marian es secuestrada por un Señor de la Guerra Esqueleto llamado ‘Skullmageddon”, esto sin una aparente razón más allá de molestar a nuestros protas Jimmy y Billy Lee.
De aquí, iniciamos nuestro viaje por las sombrías calles de la ciudad a un dojo en el espacio exterior, a un complejo científico, a un cementerio hasta llegar al palacio de Skullmageddon. ¡Qué locura de viaje!
Jugabilidad
En cuanto al estilo de juego, es bastante sencillo. Tenemos puños, patadas, saltos, esquivos y se puede correr, así también se puede usar armas y habilidades que se activan durante las peleas como el lanzamiento de una bola de fuego o el incremento en el daño que hacemos con nuestros movimientos de kung fu, entre otras habilidades.
Hay una mecánica que me ha sorprendido, consistente en el esquivo perfecto que nos da un ‘brillo’ temporal que incrementa el poder de los ataques, el cual tiene su curva de aprendizaje, pero cuando lo dominamos se siente una enorme satisfacción de progreso.
Otra mecánica que convierte a Double Dragon: Neon un juego único es el multijugador. Podemos realizar un especial ‘¡Chócalas!’ para poder compartir la vida con nuestro compañero local. O para obtener varios efectos que nos serán de gran utilidad para madrear malosos. Asimismo, el juego cooperativo cuenta con una mecánica de resurrección.
Con la implementación de todo lo anterior, el juego se enfoca en impulsar el trabajo en equipo mientras le damos en su madre a los malos al estilo de las maquinitas ochenteras con música que logra trasmitir la atmósfera.
El juego es relativamente sencillo de aprender, sin embargo, me sacó de quicio muchas veces la habilidad de esquivar y los enemigos son despiadados. Verbigracia, está la seductora que usa su látigo para ponernos a raya, constantemente me combeaba con su látigo, causándome un enorme daño y haciendo que perdiera mis vidas rápidamente.
Diversión y Duración
Aún con la pequeña frustración de enfrentar enemigos que hacen mucho daño, me la pasé poca madre. Por fortuna, si perdemos todas las vidas el juego no es tan castigador y previo a un conteo en retroceso de ‘continuar’, solamente somos mandados al inicio del recorrido de nivel que normalmente está compuesto por varios escenarios.
Por otra parte, se echa en falta el clásico codazo reverso de toda la vida. Además, el juego no cuenta con puntos de control que los juegos actuales nos han malacostumbrado en este tipo de juegos. Abonado a esto, no tenemos la posibilidad de jugar en línea y estamos limitados a jugar el multijugador de forma local.
Algo que me ha encantado es que los jefes no tienen la tradicional barra de vida y la única manera de saber si ya vamos a derrotarlo es por medio de un brillo que se empieza a acelerar al mero estilo de las tortugas ninja.
En cuanto a la duración, estamos ante un juego que aparentemente es robusto pero que en un primer recorrido me tomó alrededor de 4 horas y media de superar. Al terminarlo se desbloquean otras dificultades que nos harán sufrir más.
Banda sonora y gráficos
Este es uno de los apartados que más me gustó, el compositor de la música de Double Dragon: Neon es Jake Kaufman que realmente tiene ese sabor de los 80’s pegadiza que difícilmente sacaremos de la cabeza.
Varios temas son cantados, además, cada cassette musical que encontramos y que nos dan habilidades pasivas o activas cuentan con una canción con ese sabor clásico que nos hace viajar en el tiempo.
Lamentablemente el juego está en inglés, aunque a decir verdad no se requiere gran conocimiento de inglés para entender la historia y las características que obtenemos con cada habilidad que activemos, con un nivel bajo es más que suficiente. En cuanto a las actuaciones de voz en inglés son bastante jocosas, mención especial al Skullmageddon que tiene una voz gangosa.
Gráficamente el título es regular a bueno, con escenarios dibujados en 2D y los personajes están hechos en 3D con un buen detalle en los movimientos animados. Con alegría el juego tienen un excelente rendimiento en modo sobremesa y portátil. No sufrí ningún bajó o problema gráfico.
Conclusión
El juego tiene su mérito por lo que es, Double Dragon: Neon es un título solido con todo el factor nostálgico asociado al juego de arcadias, claramente su público objetivo es aquellos entusiastas del género. Aunque con una ventana accesible para el jugador casual.
Si te encanta la época de los 80´s, con esa ambientación clásica, personajes en 3D y una banda sonora sintetizada, súper recomendable jugarlo con un acompañante. Por desgracia no cuenta con idioma en español, aunque no requiere enorme conocimiento de inglés.
A pesar de ser un juego corto, el precio lo vuelve muy tentador para que iniciemos la aventura pateando nombres y tomando traseros o ¿cómo iba?
CALIFICACIÓN FINAL: 7.5/10
Dónde Comprarlo
Double Dragon Neon está disponible solamente en formato digital en Nintendo Switch vía eShop por $300.17 pesos mexicanos y en PC (Steam) está en oferta hasta el 5 de enero de 2021 en $27.49 pesos mexicanos de su precio normal rebajado del 75% de descuento de $109.99 pesos mexicanos.