POR: HUGH BELMONT (goukiyaga+sintesis@gmail.com)
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Bandai Namco Latinoamérica, título ya disponible en PlayStation 4, Xbox One, PC y Nintendo Switch (versión analizada).
Los plataformeros tradicionales en 2D fácilmente se han adaptado a la complejidad y las innovaciones en el área de los videojuegos modernos, y se ha podido notas la creatividad con el paso de los años. El desplazamiento en lateral, salto y la escalada son atributos fundamentales que no han cambiado mucho desde los días del clásico Mario Bros.
Aunque, actualmente el género ha mutado en algo altamente estilizado y con frecuencia en memorables experiencias de juego como la saga Unravel, Limbo e Inside, por mencionar algunos. Desde su lanzamiento original en 2017, Little Nightmares ha sido una historia de éxito, notablemente gracias a Bandai Namco.
Al ofrecernos una experiencia oscura y retorcida en donde un jovencita está atrapada en un mundo de pesadilla monstruoso y de enorme tamaño que de alguna manera se las arregló para hacernos sentir el encanto por su mundo retorcido.
La Historia – Tenebrosa y atrapante
Seré cuidadoso para no revelar detalles importantes, ya que la magia de Little Nightmares II está en su narrativa. Aquí jugamos como Mono, un jovencito que tiene un cuestionable gusto por los sombreros, que se encuentra en un mundo de pesadilla, cada escenario que recorremos tiene su propia ambientación distintiva y monstruos que nos hacen sentir la angustia.
En esta segunda entrega de Little Nightmares cuenta con todo lo que una buena secuela está obligada a tener. Pule todo lo mejor del primer título, remueve lo que no agradó y adiciona una nueva capa de elementos a la mezcla que hacen la aventura sea mucho mejor.
Lo nuevo que tenemos es un protagonista que empuja la narrativa, un jovencito llamado Mono que cubre su rostro con una bolsa de papel y que está atrapado en una gran pesadilla, que es impulsada por extrañas señales de TV y un giro argumental en el terror al llevarnos del bosque hasta la gran ciudad malvada.
La protagonista original Six regresa como una acompañante controlada por la IA, quien aporta un excelente estilo de juego cooperativo, que en mi opinión abre la ventana para que en un futuro podamos jugarlo acompañado de otra persona.
Si no has jugado el primer juego, no hay que preocuparse, las dos entregas son autoconclusivas y nos dejan abierta la puerta para nuestras propias conjeturas sin detallar porqués, aunque es muy recomendable jugar Little Nightmares 1, ya que te ayudará a entender un poco mejor el mundo de esta secuela.
Jugabilidad – sencilla y retadora
Little Nightmares II combina mucho plataformeo con exploración con unas salidas muy apresuradas, aunque todo dentro del ámbito de lo básico de todo juego de plataformas. Gran parte del tiempo estamos buscando ya sea por una llave, baterías, interruptores o plataformas ocultas que abren puertas o entrar a elevadores que nos llevan a la siguiente área.
Lo anterior, normalmente conlleva la usual rutina de buscar cosas en las que hay que escalar para acceder a rincones y conductos de ventilación para explorar, todo esto junto con otras formas cada vez más creativas de transportarnos por cada escenario de pesadilla.
En los momentos de persecución es necesario tener una mente ágil para encontrar el camino que nos ayudará a escapar a salvo, teniendo que abandonar nuestra exhaustiva búsqueda de coleccionables para correr como alma que lleva el diablo antes que nos atrape la monstruosidad que nos pisa los talones.
Desde luego que hay espacio para la prueba y el error, a momentos no te darás cuenta que te persiguen hasta que ya es demasiado tarde y todo se cae a pedazos, algunos saltos son innecesariamente engañosos y el fracaso nos pasa factura inmediatamente.
A lo anterior también se le superpone las trampas estilo ‘Mi Pobre Angelito’ que nos causan una aniquilación instantánea antes de verlo venir. En pocas palabras, el riesgo de morir está a flor de piel, siendo la llave del éxito aprender rápido de nuestros errores para hallar la solución, ya sea mejorando nuestro sigilo o encontrando el atajo más cercano a la salida y corriendo sin mirar atrás.
Debo mencionar que las pantallas de carga luego de una muerte han mejorado mucho y no somos desconectados de la aventura y los puntos de control son bastante amigables, en raras ocasiones tendremos que recorrer amplias secciones luego de ser tragado por la reina muerte. Aunque la capacidad de morir rápidamente de forma repetida en algunos encuentros posteriores puede ser un poco odioso.
Otra mejora que se puede notar es la actualización en la perspectiva 2D que se complementa de buena manera con la inmersión del mundo en 3D. Habrá momentos donde tenemos que correr de extremo a extremo de la pantalla, mientras la cámara hace acercamientos y alejamientos para ayudarnos, a momentos es posible que perdamos la percepción espacial forzada.
Al recorrer las tuberías y los caminos estrechos tenebrosos, ocasionalmente nos encontraremos con saltos y escapes fallidos porque no se tiene una certeza del camino, primordialmente por la iluminación.
Hablando de enemigos, se agregó un elemento de combate. No es muy destacado, ya que peleamos de forma muy esporádica, aunque se siente satisfactorio darles pelea a los enemigos. Las armas son intencionalmente engorrosas, teniendo en cuenta que estamos en los zapatos de un niño, por lo que un hacha o un cucharón se convierten en un arma a dos manos que tenemos que arrastrar y manejar con cuidado porque el tino debe ser preciso. Pero, una vez más, todo lo anterior se vuelve parte del proceso del aprendizaje de prueba/error.
Gráficos
El juego apela a su excelente diseño y estilo de arte, con una amplia selección de acertijos ligados al uso de TVs como un dispositivo de teletransportación. En general la ambientación tiene una atmosfera a la Tim Burton combinado con la película El Aro (The Ring).
Los enemigos que enfrentamos tienen una grotesca apariencia exagerada que refleja la locación del capítulo que jugamos, verbigracia: un cazador, un profesor, médico, etc. El juego no es tan oscuro como lo es limbo. Debo decir que en una Nintendo Switch el juego corre bien a secas a 30 fotogramas por segundo a una resolución de 720p en modo sobremesa y portátil.
Pero, con puntuales caídas en los fps en momentos precisos que inmediatamente son notorios, aunque no arruinan la experiencia. Además, me ha causado problemas la iluminación y el contraste del título, ya que afecta la nitidez de la experiencia, ya sé que la ambientación lúgubre es parte del juego, sin embargo, se nota que se ha sacrificado calidad por rendimiento.
Lo anterior no arruina el juego, realmente es entretenido y atrapante. Se nota el enorme trabajo en las animaciones de Mono y Six. Mi reconocimiento para Six que es una acompañante que jamás estorba ni es necesario que la salvemos, incluso a veces hasta no echa una mano en esos momentos cooperativos para abrir una puerta.
Banda sonora
En el apartado sonoro, el juego no destaca en comparación a otros títulos del género de horror, aunque cumple de buena manera al sumergirnos en la sutileza de la intriga de cada capítulo, tal como lo hace en lo visual.
Se nota que los desarrolladores tenían claro lo que funcionó en la primera entrega que en esta ocasión solamente agregaron ciertas capas de profundidad sin intentar experimentar con cosas nuevas. Lo cual se agradece que se sigue fiel a la propuesta original. En los cinco capítulos el área sonora varia muy levemente, aunque saben diferenciarse.
El juego nos llega con textos en español, lo cual ayuda a disfrutar el juego, aunque por su naturaleza minimalista y abstracta narrativa, al final las conclusiones de la historia quedan en nuestra propia percepción.
Conclusión
Little Nightmares 2 es encantador y tenebroso. La atmosfera de horror se siente en cada rincón. El estilo de juego es sencillo, con cierto nivel de creatividad. La superación de acertijos es relativamente fácil sin rompernos la cabeza.
Su historia de horror nos hará reflexionar sobre la naturaleza de los miedos sin contamos mucho. El juego no es perfecto, tiene sus pequeñas fallas, aunque sus puntos positivos son superiores a los negativos y nos hace disfrutar de este paisaje deliciosamente retorcido. No siendo estrictamente necesario haber jugado la anterior entrega para disfrutar de esta secuela.
El juego es plataformero con acertijos de un solo jugador, nos puede tomar alrededor de 6 a 9 horas superar la campaña, esto dependiendo qué tanto exploremos los niveles o si estamos ansiosos por encontrar la salida. Sin embargo, la búsqueda de coleccionables y de caminos secretos le agrega una excelente capa de rejugabilidad.
CALIFICACIÓN FINAL: 8.9/10
Dónde Comprarlo
Little Nightmares 2 está disponible en formato físico entre los minoristas digitales: PlayStation 4 por $849.00 pesos mexicanos, Nintendo Switch por $1,149.00 pesos mexicanos y en Xbox One por MX$781.99. Mientras que en formato digital para Nintendo Switch la eShop por MX $ $600.00, en PC vía Steam por Mex$ 600.00 y Xbox One Mex$ 600.00.