*** En el nosocomio argumentaron que no había camas para atenderla.
Por: Omar LARA MARTÍNEZ
Ciudad Madero, Tamaulipas.- Una joven pareja pasó una verdadera odisea este martes con el nacimiento de su primogénita, ya que la falta de capacidad para la atención de los derechohabientes del seguro popular originaron que una jovencita diera a luz en su domicilio al no permitirle quedarse en el Hospital Civil de Madero para ser atendida de sus dolores de parto.
Martha Yaritza Hernández de tan solo 17 años de edad, tras iniciar con sus dolores la madrugada de este martes acudió junto con su pareja, José Antonio Mérida al nosocomio para que fuera revisada, pero le argumentaron que aún le faltaban varias horas para que bebé naciera, por lo que la regresaron a su casa argumentándole que no había camas para que se quedara.
José Antonio Mérida, detalló que cuentan con el seguro popular y por ello es que reciben atención en el hospital del sector salud, pero nunca imaginó que los regresarían a su vivienda en la colonia Miramar, muy cerca de la playa, pues los dolores de su pareja por el próximo nacimiento del bebé iban en aumento.
Dijo el padre de la recién nacida que al momento de llegar a su casa, su esposa se acostó en la cama y los dolores no cesaban, sino que iban en aumento al grado que ya no pudo levantarse y al mediodía se dio el alumbramiento, siendo apoyada la joven madre por dos personas de edad avanzada que son sus vecinas, pues ya estaba naciendo.
Al ver que la bebé nacía, llamaron a la Cruz Roja para que enviaran una unidad y trasladarla al hospital, pero al momento de arribar los socorristas se percataron que la pequeña ya había nacido, siendo trasladada de nueva cuenta al hospital para que ambas fueran valoradas.
«Que nos regresáramos porque no era tiempo y no había camas para atenderla».
Los socorristas de la Cruz Roja de Ciudad Madero entregaron a la madre y a la pequeña bebé, a quien le pondrán por nombre Maritza, al personal del hospital, reportándolas como estables y con buena salud a pesar de la aventura que vivieron, sólo por el simple hecho que en el Hospital Civil de la urbe petrolera, no contaban con una cama para que la ahora joven madre se quedara a esperar el momento del parto.